¿Qué debo tener en cuenta para elegir el mejor tensiómetro digital para mi consultorio?

Un tensiómetro es un aparato médico que sirve para medir la presión sanguínea y la tensión arterial. Se puede medir tanto en el brazo, como en la muñeca y existen tensiómetros manuales y automáticos. ¿Cómo elegir el mejor para el consultorio?

Según la OMS, Organización Mundial para la Salud, la tensión normal que debe tener una persona es de 140 mm/hg de presión máxima y 90 mm/hg de presión mínima.

La hipertensión, o presión arterial alta, afecta a 1 de cada 3 adultos, y las personas mayores son particularmente vulnerables. Si no se controla, la hipertensión puede provocar efectos graves en la salud, como sufrir un infarto o un derrame cerebral.

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Tensiómetros

Los tensiómetros digitales funcionan en su mayoría con pilas, aunque también los hay de baterías recargables.

Los tipos más comunes son los monitores de muñeca y los brazaletes para la parte superior del brazo. Si bien existen ventajas para los modelos de muñeca, los monitores de presión arterial para la parte superior del brazo pueden ser más confiables ya que el brazalete se adhiere a su brazo al mismo nivel que el corazón, un factor clave para obtener una lectura precisa.

Más allá de tomar la presión arterial, muchos monitores contienen características adicionales como alertas de latidos irregulares, almacenamiento de lectura y transferencia de datos fácil, entre otras.

¿Cuál elegir?

Para ayudarte a encontrar el tensiómetro adecuado para tu consultorio, hemos buscado y reunido las ventajas o condiciones que debería tener un tensiómetro para que puedas tener lecturas precisas en cada uno de tus pacientes.

Que el aparato de medición esté certificado clínicamente por la FDA (Agencia de los Alimentos y Medicamentos del Gobierno de los Estados Unidos), Sociedad Española de Cardiología, Sociedad Española de Hipertensión u otro organismo oficial de prestigio.

Que sea fácil de usar.

Que sea lo más automático posible.

Medición por el método oscilométrico, (El método oscilómetrico (Oscilometría de Pachon o de Recklinghausen) recoge directamente las oscilaciones de las paredes arteriales en el mismo lugar de la compresión.

Que la tensión se tome en el brazo (arteria braquial). Es la medida más fiable (aunque hay excepciones como en el caso de persona con obesidad, donde la grasa subcutánea del brazo puede falsear las medidas y es más recomendable un tensiómetro de muñeca).

Que el monitor disponga de una pantalla grande y de fácil lectura.

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Que la pantalla sea retroiluminada, para poder ver en condiciones tanto de mucha luz (exteriores) como de poca luz en oscuridad.

Marca reconocida, lo que asegura un buen y accesible servicio técnico oficial (mantenimiento, reparaciones y calibración fácil).

Conexión del manguito en “Y” para facilitar la comprobación de la calibración.

Que en pantalla indique el nivel de batería o pilas.

Que permita transferir datos al PC o teléfono móvil inteligente (smartphone), ya sea mediante cable o de forma inalámbrica (Bluetooth) para realizar seguimientos.

Que sea fácil de conseguir repuestos.

El tamaño del brazalete incluido o si permite adquirir otro de la misma marca de talla superior (para personas de brazo grande).

Que se pueda conectar opcionalmente al enchufe eléctrico (en el caso de que se acaben las pilas puede ser importante).

Que guarde las mediciones en una memoria interna con fecha y hora (para evitar la incomodidad de apuntar todo en un papel).

Que sea compacto y ligero (facilidad de transporte).

Conexión del manguito al monitor y brazalete de calidad (mayor duración).

Es recomendable que el tensiómetro cuente con alarmas que indiquen si no se ha colocado bien (lo cual falsea la medición).

Que disponga de pulsómetro (medición de los latidos del corazón).

Debería avisar de la detección de arritmias (latidos irregulares).
Es preferible que incluya una funda o estuche de transporte resistente a los golpes (una caída accidental puede dañar el equipo y afectar a la precisión).

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